“Tengo constantes problemas con mis proveedores, pues el personal no está bien capacitado”.
Esta frase parece haberse convertido en un mantra cuando tratamos con proveedores externos e, incluso, cuando se trata de nuestro propio personal.
¿Qué es lo que pasa con la adquisición de competencias por parte del personal que pareciera no lograrse nunca de forma satisfactoria? La respuesta tiene que ver con lo que consideramos que son las competencias y el error fatal de creer que abarcan solo los aspectos teóricos del trabajo.
Al igual que un banquillo, una competencia laboral se puede sostener adecuadamente solo si cuenta con al menos tres soportes.
La capacitación es efectivo solamente en la medida en que esta provoca un cambio de conducta en quien la toma, es decir, que hace las cosas de manera distinta: en la forma en que la actividad que desempeña es eficaz y eficiente. De ora manera, la capacitación no ha sido lograda.
Ahora bien, el cambio en una conducta no solo se logra con saber teóricamente los aspectos técnicos de una actividad; debemos considerar un 3, 2, 1 para que una competencia pueda ser adquirida.
3. Conocimientos
El primer sustento para lograr una competencia es tener los conocimientos teóricos de cómo y porqué se debe realizar una actividad. Este es un aspecto puramente teórico y cuyo alcance depende de tener los materiales didácticos y/o documentales. Mejor aún si se tiene una interfase de aprendizaje que haga un buen uso de TIC’s correctos… el cerebro aprende mejor cuando lo que se le presenta resulta atractivo y útil.
2. Habilidades
Una vez que se tiene un marco teórico de la actividad, es necesario ponerla en práctica. El mejor recurso para lograr esto es la técnica demostrativa, en que un experto muestra la manera correcta de realizar una tarea y después pide y evalúa al aprendiz en su desempeño. Las simulaciones en ambientes controlados o las instrucciones en sitio son idóneas para desarrollar actividades en los colaboradores.
1. Actitudes y…
Por último: de nada sirve saber y hacer si no se es… o sea, que además de los conocimientos teóricos y técnicos correspondientes, una competencia sólo está completa si el ejecutor cuenta con la actitud para realizarla de forma correcta. Se debe contar con un sistema de retribución, una cultura corporativa y una selección de personal que garantice que la gente cuenta con los aspectos actitudinales necesarios para llevar a buen puerto su misión.
…¡Despeguen!
Cuando haz tenido el cuidado de robustecer estas tres bases de la capacitación, puedes contar con que el personal realizará las tareas que tiene asignada de manera excepcional, cumpliendo con efectividad, es decir, logrando los objetivos y con eficiencia; utilizando menor esfuerzo y recursos.
El reto del día
¿Cuentas con proveedores cuyo modelo de trabajo refuerce las tres bases para el logro de una competencia? Analiza a tus proveedores y verifica que cuentan con materiales de capacitación de gran calidad y que aprovechen las tecnologías de comunicación e información. Observa si cuentan con un sistema de supervisión que incluya sesiones de Instrucción en Sitio y que se te entregan evidencia de la realización de las mismas y que cuente con un sistema de selección y de retribución de los resultados de sus colaboradores.
Si identificas que falta una de ellas, mejor será que consideres la posibilidad de cambiar de proveedor. A fin de cuentas, es de tu seguridad de lo que hablamos.
SOLUCIONES CONSEG
En Conseg contamos con modelos de formación de personal que comienzan desde el proceso de selección, (el cual es completamente en línea) y desde el cual se les familiariza con el uso de la tecnología para el desarrollo de competencias.
Contamos con capacitación en línea, que utiliza materiales de gran calidad y aprovecha plataformas digitales para dar accesibilidad al conocimiento, mismo que se refuerza de manera presencial con la Instrucciones en Sitio llevadas a cabo por nuestros líderes operativos -mismas cuya evidencia se hace llegar a nuestros clientes mediante reportes periódicos de KPIs-.
Y, por supuesto, contamos con retribución por medio de bonos, programas de empatía y un entorno empresarial centrado en las personas, que nos ayuda a fomentar los valores adecuados en nuestro equipo de colaboradores y construir el cimiento de una capacitación completa.
