Tanto la pandemia de covid-19 como los eventos bélicos registrados recientemente en México y el mundo, han demostrado que la industria enfrenta amenazas constantes a la cadena de suministro ya sea en términos de tiempo, costos, eficiencia o calidad. Por ello, contar con una estrategia de seguridad que se involucre en toda la cadena de valor, es fundamental para mantener su adecuado funcionamiento y garantizar su continuidad.
¿Por qué hablar de riesgo en la cadena de suministro?
“La gestión de la cadena de suministro trata de valorar, identificar y cuantificar las potenciales disrupciones para reducir el impacto de la misma” (Tablado, 2016, p.2).
Según Tablado, los riesgos son los sucesos que afectan de manera negativa el flujo de productos o servicios, cuyo resultado puede ser expresado en términos de perjuicio de orden cuantitativo o cualitativo.
Contemplar la variable de la seguridad en el proceso logístico permitirá identificar aquellas etapas de mayor riesgo, con el fin de mitigarlo o reducirlo a su nivel mínimo.
Así como las áreas de oportunidad para ser analizadas y valoradas, generando cambios que puedan implementarse para volverla más eficiente, evitando fallas o irregularidades a nivel operacional, táctico o estratégico.
Costo – beneficio de la seguridad privada
En este punto, también es importante analizar el costo que dichas fallas pueden representar en cada uno de los niveles mencionados, así como en el presupuesto global de la empresa.
Este dato permitirá hacer una comparación con el costo de incluir un servicio de seguridad privada confiable, eficiente y resolutivo.
Los controles y el seguimiento que las empresas ya tienen incorporados en sus cadenas de suministro tienen el objetivo de garantizar la seguridad de las operaciones comerciales, por lo que la mayoría de las organizaciones cuenta con mecanismos de respuesta ante eventos externos.
Por su parte, los sistemas de gestión de seguridad en la cadena de suministro, tales como el ISO 28000 o Coalición Empresarial Anticontrabando (BASC) proporcionan una guía de operaciones y sanciones, sobre todo, cuando se habla de comercio a nivel internacional.
Sin embargo, independientemente del tamaño, giro o actividad de una empresa, la incorporación del servicio de seguridad privada, junto con la implementación de un sistema de análisis y gestión de riesgos, permitirán construir una cultura de la seguridad que coordine todas las actividades, y que permita a la organización en su conjunto, hacer frente a los desafíos del contexto actual.