Dicen, y dicen bien: “si quieres mejorar tu trabajo, entonces deberás afilar tus herramientas”. Lo más importante, sin embargo, es reflexionar sobre el hecho de que nosotros somos nuestras propias herramientas. Lo que sabemos, lo que hemos vivido, lo que sentimos, lo que decidimos; son los medios que utilizamos para hacer de nuestro trabajo -y de nuestra vida- algo sensacional o solamente para irlo pasando.
El 2019 se abre para Conseg con miras a reforzar nuestra estrategia: “Los mejores clientes y los mejores colaboradores”. Pero ¿qué es un mejor colaborador?, ¿qué puede hacernos mejor como colaborador, como trabajador y como compañero?
Indudablemente tener buenas aptitudes técnicas para el trabajo (conocer bien lo que hacemos, cómo se hace y para qué se hace) nos facilita el quehacer cotidiano y convierte nuestro trabajo en algo eficiente y efectivo… tener buenas aptitudes técnicas nos hace un colaborador deseable. Siempre prepárate, conoce, aprende, obsérvate y corrige; siempre busca ser mejor en lo que haces. Y, ojo, no me refiero a mejor que todos, sino mejor a lo que eras tú mismo el día anterior. Tú eres tu propia referencia y tu propia medida para mejorar.
Dicen, y dicen bien: “si quieres mejorar tu trabajo, entonces deberás afilar tus herramientas”.
Dicho lo anterior, date cuenta que dominar tu actividad te hace un colaborador deseable, no un mejor colaborador. Es en este punto donde me gustaría que concienticemos sobre qué es un mejor colaborador. Vamos a intentarlo partiendo desde diferenciar lo bueno, lo malo y lo mejor:
Diferenciar lo bueno de lo malo suele ser sencillo en la mayoría de las ocasiones… sobretodo tratándose de lo laboral. Sé que es bueno ser puntual, no faltar, realizar con diligencia mis tareas, cumplir con mis obligaciones. Sé, por otra parte, que ser irresponsable, faltar, ser impuntual, ser deshonesto, ser irrespetuoso es definitivamente malo. No hay mucha dificultad entre diferenciar lo bueno de lo malo; es más, te puedo decir que, si formas parte de la familia Conseg, es porque desde tu incorporación con nosotros sabemos que eres alguien que opta por lo bueno: por eso te elegimos.
El toque esencial viene al momento de diferenciar lo bueno de lo mejor… debemos ser sumamente cuidadosos para elegir lo mejor por encima de lo bueno. ¿Cuál es la diferencia, entonces?¿cómo identifico que si esto haciendo algo bueno puedo hacer algo mejor?
La respuesta puede ser tan simple como profunda: servir.
Cuando optamos por lo bueno nos beneficiamos a nosotros mismos. Por ejemplo, si cumplo con mi trabajo, soy puntual, soy constante y disciplinado entonces estoy haciendo algo bueno. Y claro, recibo un pago por ello y mantengo mi trabajo y soy un buen colaborador, un colaborador deseable. Sin embargo, puedo optar por ser mejor, en lugar de bueno.
Ser mejor sobre ser bueno, tiene la diferencia mencionada antes: el servicio. Cuando, además de beneficiarme a mí mismo, busco beneficiar al otro, entonces me vuelvo un mejor colaborador. Un mejor colaborador es, además de un trabajador óptimo, una persona completa, que encuentra gusto y satisfacción personal en el bienestar del otro, en el servicio hacia el otro, en tener consideración hacia sus semejantes, atención hacia sus clientes y lealtad hacia su empresa. Un mejor colaborador tiene un sello de distinción porque además es un ser humano íntegro, un buen amigo, un buen familiar, un buen compañero; alguien con valores, que busca superarse y que tiene sueños en la vida.
Lo mejor del mejor colaborador: está dentro de cada uno de nosotros y a nuestro alcance para serlo. Qué en éste 2019 tus objetivos personales, laborales, familiares y financieros se vayan cumpliendo gracias a tu empeño, constancia y disciplina. Que, al finalizar éste nuevo ciclo, puedas decir, con la frente en todo lo alto: !soy un mejor colaborador!
Feliz nuevo año.